Cabalgatas serranas para sentir la intensidad de la vida en el contacto con la montura que nos lleva y el paisaje imponente; trekking para alcanzar una pequeña cumbre y mirar el mundo desde un poquito más arriba; liberar adrenalina y emociones en una excursión de tirolesa y/o canotaje; probarse mucho más allá de lo físico en un desafío de mountain bike; o adentrarse en las nuevas técnicas de recuperación ambiental al tomar contacto con actividades de permacultura, son apenas algunos platos del menú de verano que la localidad serrana bonaerense de ofrece a sus visitantes y que también incluye -claro- la cultura y los paseos urbanos con historia.
Son cientos, miles de gigantes que van apareciendo entre las montañas con los brazos abiertos, en un recibimiento simbólico que se replica infinitamente en la zona de cordillera de Neuquén. Es conocida como la “Ruta del Pehuén”, justamente por la abundancia de estos árboles a los que muchos identifican, también, con el nombre de araucarias. En invierno, se cubren con espesos mantones de nieve. En esta época, en cambio, su verde brillante se destaca en el azul intenso del cielo andino. Y en cualquier tiempo, su figura se refleja en los espléndidos lagos de la región.
El Carnaval de Antaño propone experimentar un viaje hacia el pasado, en un momento muy particular del año: las festividades del Rey Momo. Es así que Roque Pérez pone la escenografía como para recrear los carnavales como los celebraban abuelos y bisabuelos nuestros en el lejano 1930. Es por eso que no faltarán las milongas, los bailes populares, el papel picado, la serpentina durante esa noche.
Si bien por sus características, Tandil siempre fue un centro atractivo para el turismo, la actividad comenzó a profesionalizarse desde hace unas dos décadas de la mano de la construcción de las primeras cabañas destinadas exclusivamente a alojar visitantes. En pocos años se conformó la Asociación de Cabañas, que nuclea una gran cantidad de pymes familiares que privilegian el alojamiento en contacto con la naturaleza y la atención personalizada de sus dueños. Con el paso del tiempo se fueron perfeccionando las propuestas de servicios incluyendo piscinas climatizadas, spa, desayunos artesanales, terapias alternativas, piscinas, gastronomía, admisión de mascotas, accesibilidad, y ruralidad entre otras. Este desarrollo colaboró con la posibilidad de lograr la desestacionalización de la actividad del turismo para transformarse en una alternativa para todo el año.
Desde un cerro la naturaleza invita a jugar con la imaginación. Con los ojos entreabiertos y un valle reflejándose en nuestra pupila se presenta ante nosotros la mágica ciudad serrana. Estamos ahí, siendo parte de un atardecer, buscando impregnarnos de aromas, colores, sabores para salir a recorrerla con todos los sentidos a flor de piel. Así se despliega este destino entre sensaciones, silencios, naturaleza, encuentros, música, misterios y espacios únicos por descubrir. Solo quienes se dan la oportunidad pueden adueñarse de una parte única de este lugar. La magia se estampa en cada paisaje recorrido, cada plaza o parque tiene un banco que lo estará esperando bajo la sombra de los árboles, invitándolo a conocer desde otro ángulo esta increíble ciudad, Tandil, que significa nada menos que Latir.